La madrugada de este miércoles, la colonia La Castorena en Cuauhtémoc se vio envuelta en un halo de terror tras un feroz ataque a balazos contra personal del Ejército Mexicano. El estruendo de las detonaciones irrumpió en el silencio de la noche, alertando a los vecinos y activando el Sistema de Emergencias 911.
En cuestión de minutos, las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno se movilizaron hacia la zona, convergiendo en un escenario de película: calles acordonadas, patrullas por doquier y un ambiente de tensión palpable. La adrenalina corría por las venas de los agentes mientras se preparaban para enfrentar a los responsables de este acto cobarde.
Las primeras investigaciones revelaron que un grupo de sujetos armados, con saña y sin mediar palabra, descargaron sus armas contra los militares. Uno de ellos resultó herido, siendo trasladado de inmediato a un hospital para recibir atención médica. Afortunadamente, se encuentra fuera de peligro.
La indignación y el repudio ante este ataque no se hicieron esperar. La sociedad civil y las autoridades condenaron enérgicamente este acto de violencia que atenta contra la seguridad de quienes nos protegen.
Mientras tanto, en la comunidad de Rancho Nuevo, otro hecho macabro conmocionaba a los habitantes. Un hombre sin vida, con huellas de tortura, fue encontrado a la orilla del camino. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de la comunidad.
Las autoridades ya investigan este nuevo caso. Se espera que en las próximas horas se esclarezcan los hechos y se dé con los responsables.
