El presidente de El Salvador, Nayib Bukele recrudeció las medidas contra las bandas criminales o “maras” que azotan su país; además de detenciones y la eliminación de derechos en las prisiones, advirtió este lunes que quitarán la comida en las cárceles como consecuencia de los rumores respecto a que habrá represalias contra la población por sus acciones de gobierno.
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«Andan rumores que quieren empezarse a vengarse de la gente honrada, al azar; hagan eso y no va a haber un tiempo de comida en las cárceles; a ver cuánto tiempo duran sus hombeboys allá adentro, juro por Dios que no comen un arroz; no me importa lo que digan los organismos internacionales, que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a esos pandilleros si tanto los quieren, se los entregamos todos al 2×1», dijo en conferencia de prensa Bukele.
Solo habrá dos tiempos de comida en las cárceles salvadoreñas, en donde se servirá solamente frijoles y tortillas, porque afirma el presidente de ese país centroamericano, no podrán comer pollo que paga la ciudadanía a la que los grupos criminales, asesinan.
Desde hace 9 días, el gobierno salvadoreño tras el incremento de la criminalidad, inició una afrenta contra las maras o pandillas, logrando más de 6 mil arrestos que ocupan las cárceles de alta seguridad en donde se han suprimido los derechos de los detenidos, por lo que ha sido criticado por organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes le piden reconsiderar otro tipo de estrategias.
Las maras tienen su origen en los efectos de la migración hacia Estados Unidos de personas centroamericanas por los conflictos internos en sus países -entre los años 70 y 90-, y que adoptaron culturas o subculturas tendientes a la criminalidad, extendiéndose hacia países como Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras
