Investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM alertan sobre la prolongada ola de calor que se experimenta en México, con expectativas de que dure 15 días más. La posibilidad de otra ola de calor en julio también se vislumbra. En una conferencia virtual, Graciela Binimelis de Raga, especialista en Interacción Micro y Mesoescala, detalló que las olas de calor, conforme al estudio de Ernesto Jauregui en 2009, implican períodos de tres o más días con temperaturas superiores a 30 grados y una media por encima de 24 grados centígrados.
La frecuencia de las olas de calor ha experimentado un incremento sistemático por década, afirmando su intensidad debido a factores como la baja humedad del suelo. Binimelis de Raga recalcó el hecho de que gran parte del territorio nacional sufre sequía severa y extrema. Los efectos de estas olas de calor no solo afectan la salud humana, causando deshidratación y golpes de calor mortales, sino que también tienen un impacto directo en la agricultura y promueven incendios forestales.
Las ondas de calor de larga duración a menudo siguen a los eventos conocidos como El Niño, por lo que es probable que se desarrolle un Niño durante este año, lo que requerirá tomar previsiones para las olas de calor que podrían suscitarse en la primavera del año entrante. En las ciudades densamente pobladas, se superpone otro fenómeno, conocido como la isla de calor, que puede incrementar la temperatura en hasta dos grados en comparación con las zonas rurales.
Benjamín Martínez López, del Departamento de Ciencias Atmosféricas, indicó que una celda meridional de convección regional podría estar vinculada con las altas presiones persistentes que han dado lugar a las olas de calor recientes. Además, Víctor Manuel Torres Puente, especialista en meteorología tropical, subrayó que un factor que contribuye a las olas de calor es la presencia de la fase no-convectiva de la oscilación Madden-Julian, una onda tropical que limita el desarrollo de nubes y precipitación.
Los expertos coinciden en la necesidad de prepararse para condiciones de calor extremas en los próximos 15 días, conforme a las proyecciones de los modelos estadísticos.
