El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha empleado una táctica particular para transmitir un mensaje al Cártel de Sinaloa en Teocaltiche, Jalisco. Durante la mañana del martes 11 de julio, los residentes informaron que avionetas arrojaron panfletos con las siglas «CJNG» sobre el municipio. Estos volantes, dirigidos a la población civil, afirmaban ser traficantes «con principios» que respetaban a las personas no involucradas en actividades delictivas.
El mensaje del CJNG reiteraba que su conflicto no estaba dirigido a la población local, sino a un individuo identificado como Mario. Se señalaba a Mario de contar con el respaldo de los militares para obtener explosivos, además de contar con el apoyo del Gobierno. El grupo criminal acusaba a Mario y su círculo de buscar ayuda militar para causar daño a personas inocentes, mientras ellos mismos afirmaban luchar sin perjudicar a personas no involucradas en sus actividades.
En la parte final del comunicado, el CJNG instaba a la población a no apoyar a Mario y su grupo, animándolos a «salir a pelear como hombres». Se dejaba claro que la guerra continuaba y que Jalisco pertenecía a los jaliscienses. El mensaje estaba firmado con las «4 letras del terror», haciendo alusión al CJNG.
Se presume que el mensaje estaba dirigido a Mario González Martínez, un operador del Cártel de Sinaloa en Jalisco. Cabe destacar que esta no es la primera vez que el CJNG utiliza esta táctica. En marzo de 2022, también lanzaron mensajes impresos desde el cielo en Teocaltiche.
Estos eventos ocurrieron tras los enfrentamientos armados registrados en Teocaltiche el 4 de marzo. El CJNG buscaba eliminar a los operadores del Cártel de Sinaloa que intentaban establecerse en la región. Se acusaba a Mario y su grupo de provocar desapariciones, extorsiones y homicidios con la complicidad de autoridades corruptas.
El despliegue de estos mensajes desde el aire refleja la escalada de violencia y rivalidad entre los cárteles mexicanos. Además, pone de manifiesto la audacia y los métodos inusuales utilizados por los grupos criminales para enviar mensajes y amenazas a sus oponentes y a la población en general. La situación evidencia la complejidad y el desafío que representa el combate contra el crimen organizado en México.
