Joven policía muere a manos del crimen organizado, caravana de niños y papás que venían del programa de vacuna transfronteriza fue atacada - ACCESOZAC

Joven policía muere a manos del crimen organizado, caravana de niños y papás que venían del programa de vacuna transfronteriza fue atacada

Aún amputado de su pierna, él siguió defendiendo la Caravana de niños

Los padres de los niños sentían que algo no estaba saliendo bien, algunos se atreven a contar sus testimonios bajo la promesa de mantener el anonimato. Señalan que a las 7 de la mañana un contingente de al menos 50 autos particulares esperaba la orden para partir…

Conocimos al comandante, un hombre muy amable. Nos contó que todo estaría bien vigilado, y que el camino a la Frontera no representaba mayor riesgo. Nos pidió que apuntáramos su número telefónico. Yo lo hice, dijo que le llamáramos si ocupábamos algo en el trayecto. Alguna llanta o cualquier otra cosa… Todo iba bien… Faltando unos 15 km para llegar a Anáhuac Nuevo León, algo pasó. Comenzamos a bajar la velocidad… Todo el camino fue de 120km por hora, pero ahí, de pronto comenzamos a circular a unos 40 kilómetros o menos… Vimos que estaba tenso el asunto… Después, las dos patrullas que iban atrás de nosotros se fueron para el frente… De pronto, se pararon… Vimos como los policías se bajaron de las patrullas y segundos después los balazos comenzaron a sonar… Me di cuenta de que los estaban atacando porque se veían las chispas que pegaban en las patrullas, había muchos gritos… Mucho caos… Y nos tratamos de refugiar… Unos iban rumbo al panteón, otros, una muy pequeña cantidad llegó hasta el puente… Pero, no puedo dejar de pensar en los heridos…

Uno de ellos era el joven oficial Francisco Javier Medina Huerta, había logrado pasar la academia de policía con muy buen promedio. Era tenaz, serio. Fuerte y valiente, cuenta uno de sus compañeros… En el fuego cruzado, Medina Huerta fue uno de los primeros en caer heridos… Dos tiros; uno en la pierna izquierda a la altura de la pantorrilla, otro más a la altura de la rodilla derecha… Su lesión, no tuvo tiempo de observarla… la más grave estaba en su pierna izquierda. Él solo volteaba a ver la caravana, como queriendo que se fueran los niños… Y así pasó… En medio del tiroteo, Francisco Javier No pidió ayuda… Sabía que era poco probable que no llegara rápido y por eso él guardó la calma… Hizo el mismo un torniquete… Lo apretó tanto como pudo y volvió a cargar su fusil y siguió protegiendo la caravana de los niños… No estaba listo ni pretendía morir ahí. Por eso, no se había dado cuenta que su pierna estaba semi amputada… La mayor parte de la herida estaba en la parte trasera. No la vería, porque no estaba listo para hacerlo… Su fuerza comenzó a decaer… él nuevamente buscaba los autos de los padres de esos niños… Quería que estuvieran lejos de ese peligro, pero cayó… Dicen sus compañeros que le gritaban que no se durmiera. “¡NO TE DUERMAS… PIENSA EN TUS HIJOS!”, le gritaban… Él reaccionaba y de manera poco creíble volvía a tomar ese fusil, y lo accionaba contra los criminales… No dejó de hacerlo hasta que vio que todos estaban a salvo… Y se desmayó nuevamente… ¡Despierta Medina, despierta…! y trató de reaccionar para ponerse de pie… Un helicóptero se aproximaba… Era su traslado al hospital en donde finalmente murió… Hay compañeros de él que no dudan en llamarlo héroe, que muy a pesar de su corta edad, dio la vida por los niños y sus familias… Antes de correr, prefirió morir, entregar su vida para que ningún niño de Nuevo León y sus familias fueran lastimados.

Él así lo quiso, Así lo juró cuando se títuló en la Academia de policía… Y hoy, fue despedido como se lo merecía…

Redacción: Víctor Badillo

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