La Chimo, una Jovencita con Rostro Angelical en el Mundo del Crimen

La Chimo, una Jovencita con Rostro Angelical en el Mundo del Crimen

María Arlet Curiel Flores, también conocida como «La Chimo», formaba parte de La Nueva Familia Michoacana, revelando una doble vida a través de sus actividades en las redes sociales. A pesar de su apariencia angelical, compartía selfies donde exhibía su conexión con el crimen organizado, portando armas de grueso calibre.

El Contraste en las Redes Sociales

Bajo el alias «La Chimo», María Curiel utilizaba las redes sociales para mostrar no solo su rostro angelical, sino también su participación como sicaria. Sus publicaciones eran una mezcla de selfies sonrientes con armamento pesado, creando un impactante contraste entre su inocencia aparente y su peligrosa afiliación al narco.

La Chimo en Acción

En diversas imágenes, «La Chimo» posaba con equipamiento táctico y radiocomunicación, añadiendo filtros especiales a sus fotos. Su atuendo incluía incluso un uniforme con camuflaje verde militar, sosteniendo un fusil de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Estas fotografías revelaban su participación activa en operaciones delictivas.

Orígenes y Operaciones del Cártel

María Curiel fue reclutada por La Nueva Familia Michoacana, cuyo centro de operaciones se encontraba en Taxco de Alarcón, Guerrero. A pesar de la inocencia que transmitía su rostro en las selfies, la joven mujer estaba inmersa en el mundo del narcotráfico desde una edad temprana, destacando la presencia de menores en actividades delictivas.

El Misterio de «La Chimo» y Otros Casos Similares

Las selfies de «La Chimo» circularon en 2019, revelando una preocupante tendencia de menores involucrados en el narcotráfico. Aunque se desconoce el destino actual de María Curiel, su historia se une a la de otras jóvenes, como «La Cholita», cuyos destinos después de mostrar su vida en el mundo del crimen permanecen en la incertidumbre.