Guadalupe, Zacatecas. Un velo de luto se posó sobre la mañana de este viernes en el municipio de Guadalupe. Un pasajero, un hombre mayor de edad, emprendió un viaje sin retorno a bordo de una ruta de transporte colectivo. Su destino final, la fría losa de la morgue, no estaba contemplado en el itinerario.
El señor junto a su esposa se dirigía a la capital zacatecana con un objetivo sencillo pero significativo: renovar sus pasaportes. Un viaje corto, una trámite rutinario, un capítulo más en la historia de una pareja que había compartido décadas de alegrías y retos.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Minutos después de las 10 de la mañana, mientras la camioneta transitaba por el fraccionamiento Las Dependencias Federales, el señor experimentó un dolor agudo en el pecho. Su rostro se contrajo en una mueca de agonía y su respiración se aceleró. Su espaosa a su lado, lo miró con ojos llenos de terror y angustia.
El conductor de la unidad, alertado por la situación, detuvo la marcha del vehículo y pidió ayuda a los pasajeros. Algunos, con manos temblorosas, marcaron al 911 mientras otros intentaban auxiliar al señor López, quien ya se encontraba inconsciente.
Los minutos siguientes fueron una carrera contra el tiempo. Los paramédicos de la Coordinación Municipal de Protección Civil llegaron al lugar y lucharon por reanimar al señor pero sus esfuerzos fueron en vano. El hombre, de quien se desconoce su nombre y edad exacta, había fallecido de un infarto fulminante.
La noticia impactó a los pasajeros y transeúntes que se agolparon en torno a la escena. La alegría del viaje se había transformado en un velo de tristeza y solemnidad. La muerte, esa visitante inesperada, había hecho acto de presencia en el autobús.
Las autoridades acordonaron el área y notificaron a la Policía de Investigación, quienes se encargaron de las diligencias correspondientes. El cuerpo del señor fue trasladado al Servicio Médico Forense para determinar la causa precisa de su muerte.
