Dos Jóvenes de COLOMBIA dieron un ejemplo de sencillez y humildad, después de recibir su diploma de estudios, se dirigieron a la casa de Rafael Villacop, conocido popularmente como «El Piliki», para agradecerle su ayuda durante todo su proceso escolar.
Según el relato de las estudiantes, le dieron las gracias a este hombre porque muchas veces que llegaron sin desayuno al colegio, él siempre las apoyó.
Le fiaba las empanadas y además les brindaba consejos que sirvieron durante todo su aprendizaje.
Les decía que se esmeraran por terminar su bachillerato para que pudieran ser alguien en la vida.
«Gracias al Piliki» por lograr que muchos jóvenes de esta institución hicieran posible este sueño.