En una tarde llena de conmoción, un desafortunado suceso tuvo lugar este jueves en la carretera federal 45, dejando un corazón apesadumbrado por el fallecimiento de una pequeña de tan solo cinco años en Morelos.
El reloj marcaba alrededor de las 15:20 horas cuando, en el tramo que conecta Calera con Morelos, una conductora al volante de un coche compacto perdió el control de su vehículo, resultando en una serie de eventos que cambiarían vidas para siempre.
El automóvil salió abruptamente de la carretera, dando al menos una vuelta completa antes de finalmente reposar sobre sus ruedas. En medio de este caos, un grupo de heroicas enfermeras que pasaban por la zona detuvieron su camino de inmediato, brindando asistencia tanto a la madre como a la pequeña afectada. Además, no dudaron en alertar a las autoridades a través de una llamada al número de emergencias.
Respondiendo con celeridad, los valientes paramédicos de la Coordinación Municipal de Protección Civil y la Cruz Roja Mexicana acudieron al lugar. Después de una evaluación médica, confirmaron el triste desenlace: la vida de la niña se había apagado. Sin embargo, no cesaron en su labor y prestaron atención médica a la madre herida, quien fue trasladada a un centro hospitalario en busca de tratamiento y cuidado.
La escena del incidente no quedó sin respuesta por parte de las autoridades. La Guardia Nacional, unidad de atención a carreteras y caminos, asumió la responsabilidad de garantizar la seguridad en los alrededores. Mientras tanto, la tarea delicada de peritaje y el retiro del cuerpo estuvo en manos de la dedicada Dirección General de Servicios Periciales (DGSP).
